El grito de libertad en el pueblo de Dolores by José Joaquín Fernández Lizardi

El grito de libertad en el pueblo de Dolores by José Joaquín Fernández Lizardi

autor:José Joaquín Fernández Lizardi
La lengua: eng
Format: epub
Tags: linkgua
editor: Red ediciones
publicado: 2016-01-10T22:52:45+00:00


Acto II

La misma sala, y saliendo de otra pieza Hidalgo y los capitanes.

Hidalgo Muy buena siesta han dormido ustedes, caballeros.

Aldama Sí, señor cura; no ha sido mala.

Hidalgo Sentémonos, y tomaremos chocolate mientras llegan nuestros tertulianos.

(Siéntanse.)

Aldama Sea enhorabuena.

Abasolo ¿Conque usted tiene su tertulia todas las noches?

Hidalgo Las más. La música me deleita demasiado y aunque aquí no puede disfrutarse una excelente orquesta, sin embargo, a costa de trabajo y dinero he conseguido poner una muy razonable, con la que les he hecho una escoleta a mis inditos, que son muy aplicados; y no solo saben ya el canto llano, sino algo de buena música; de suerte que un día de función clásica de iglesia no es desagradable en Dolores.

(Sacan chocolate y luces, y mientras lo toman sigue el diálogo.)

Aldama Si todos los curas tuvieran la eficacia de usted bien pudieran tener su escoleta en todos los pueblos, y no que en los más es una irrisión una función clásica.

Abasolo ¡Jesús!, por no sufrir el rechinido de los violines de pita, y raca raca de aquellas malditas guitarras conque aporrean los oídos menos delicados, se puede uno quedar sin misa.

Hidalgo Lo peor es aquella sarta de desatinos que cantan en los coros. ¡Pobres indios!, los hacen blasfemar. Ya se ve, no saben hablar el castellano, ¿cómo es posible que pronuncien el latín correctamente?

Aldama Y qué, ¿ahora vienen los inditos a ensayar algunas vísperas o misa?

Hidalgo Misa no es; pero pueden ser vísperas.

Abasolo ¿Vísperas de qué, señor cura?

Hidalgo De nuestra libertad.

Abasolo No entiendo a usted.

Aldama Ni yo.

Hidalgo Pues ahora lo entenderán. No son los indios los que componen mi tertulia, sino algunas muchachas decentes y jóvenes honrados del pueblo, que son muy aficionados y no tienen malas voces. Yo les hago sus letrillas y pago la música, y ellos se adiestran y me divierten.

Abasolo ¿Y qué tienen prevenido para esta noche?

Hidalgo Una marchita patriótica que están ensayando.

Abasolo De todo saca usted partido a beneficio de la patria, hasta de la música y de sus diversiones caseras.

Hidalgo Es preciso entusiasmar a nuestros paisanos, hacerles conocer sus derechos, la opresión en que viven y lo dulce que es la libertad. Sí, es menester no descuidarse un punto en esto; sino trabajar con tesón en las concurrencias, en los púlpitos, en los estrados, y en todas partes, en prosa y en verso, en todos los idiomas que aquí se hablan: con la lengua, con la pluma y con los violines y las flautas.

Aldama No puede usted negar su grande patriotismo.

Hidalgo Él es mi pasión favorita. Como yo vea a mi patria libre, más que al momento cierre mis ojos la muerte para siempre.

Aldama Con media docena de curas como usted y otra media de militares como Allende, la cosa era hecha en cuatro días.

Hidalgo Ella se hará aunque sea en veinte: yo no pierdo las esperanzas. Contamos con lo más necesario para lograr la empresa, que es la razón y la opinión, y el cielo no desamparará tan justa causa.

Aldama Yo lo creo; mas por ahora solo deseo que lleguen las muchachas, y que canten, pues no veo la hora de oír la letra que será como de usted.

Hidalgo Nada tiene de



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.